sábado, 9 de enero de 2010




LUIS ROYO







El artista español turolense estudió en Zaragoza Pintura, Decoración, Interiorismo y Delineación.



Realiza ilustración con una tendencia al cómic de una forma siniestra y gótica; tiene un estilo inpirado en el tenebrismo, y un realismo sexual idealizado.






Lo que caracteriza a las chicas, las cuales predominan sus dibujos, por ejemplo en estas fotos de un libro de bocetos, son las líneas sutiles y versátiles, pero muy concretas y precisas.


















¿refleja esto un cambio personal?
"Supongo que sí, venía del mundo de la pintura, a final del franquismo, de temática social, y muy gris. Pero cuando empecé en la ilustración eran los años 80 y había un concepto muy potente y lleno de color. Ahora he vuelto al gusto por los grises y los marrones, que era los que utilizaba cuando era joven. Supongo también que con los años empiezas a ver las cosas de otra manera, empiezas a sentirte más melancólico y más triste. Y a limitarte, porque quieres plasmar las mismas ideas con menos recursos. El claroscuro lo puedes saborear más cuando prescindes de los colores en la paleta."
















¿Y qué hay de su famoso binomio chica hermosa-monstruo?


"Es muy obsesionante, sí. Unir en una sola imagen la sensibilidad, la delicadeza, la belleza con o árido, lo agrio, lo amargo, lo áspero, lo duro, es un juego de provocación me llama desde siempre. Además es un contraste en el que lo femenino tiene la fuerza y en lo monstruoso reside la debilidad, la impotencia. La parte delicada es la que reina en la imagen, se apodera del espacio."




¿Han evolucionado también sus herramientas?
"Vengo de la pintura y para mí es muy importante el óleo. Me gusta trabajar tal y como hacían en el renacimiento, con las veladuras, capas que van enriqueciendo sin perder el trabajo que tienes debajo. No han cambiado tanto las técnicas, lo que ha cambiado es la paleta de colores. También utilizo ahora menos el aerógrafo con los acrílicos líquidos, que va muy bien para fundir atmósferas. Lo sigo utilizando pero en menos medida. Pero utilizo técnicas mixtas. Empiezo con acuarelas y acrílicos, y utilizo el atmósferas y el óleo para el final."


¿Algún retoque digital?
"Me propuse un tiempo probar a hacer una cosa digital, ahora hay trabajos muy buenos con esa técnica, pero no se adaptó a mi forma de ser, porque tienes que estar jugando con el zoom constantemente. Yo dejo parte de las ilustraciones al subconsciente, tengo la idea, tengo los bocetos, pero dejo una parte que vaya viniendo. El tablero de dibujo o el lienzo te va pidiendo, te vas dejando llevar, te va envolviendo, y eso a mí no me lo dar el ordenador. Esa comunicación entre la obra y el autor a mí no me lo da el ordenador. Así que lo dejé. Sigo necesitando que la obra me hable."




Parecen tan reales…
"Lo que pasa es que cuando tocas el tema de la fantasía intentas dar la mayor credibilidad posible. Estás tratando un mundo que no existe, así que si no le das algo que lo haga creíble pierde mucha fuerza. Por otro lado hago lo que llamo "trampantojo" (trampas al ojo). Si uno analiza a una mujer de las que pinto y observa la línea del pecho, o de la cintura al hombro, o del pecho al hombro, estoy reduciendo una medida, alargando unas piernas para buscar una belleza irreal que en realidad no existe. Las proporciones no son reales. Incluso en el rostro, si se separan los ojos un poco más se le da una mirada más felina. Son trampitas, mentiras dadas como verdades para crear una belleza irreal. También lo hicieron los griegos o Rubens, siempre se exagera un punto."

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